Vuelve una servidora a dejaros otra colección de placeres, me desbordan y necesito compartirlos. No me tengan en cuenta que no pase con más frecuencia, la vida y sus cosas se empeñan en restarme mucho tiempo.
Gocen:
Descubrimiento: Madrugar. Taparme con un batín e irme descalza hasta el salón sin que el pequeño de la casa me huela. Ese silencio que gobierna en esa horas indecentes. Ordenar el día frente al ordenador, trabajar mientras escucho algún podcast, leer el correo. Desayunar mientras la casa duerme. Esos pequeños placeres.
Cine: El inicio de A good year y toda la sabiduría que el tío le desparrama por el tablero de ajedrez al sobrino. El resto lo podéis obviar o utilizarlo para pasar el rato.
Libros: Insisto con Buenas noches de Santiago Isla. Lo he instalado en mi mesita de noche porque lo leí sin lápiz y necesito volver a él para dejar un reguero de dianas y enmarcar ese “hay que estar muerto para no sentirse eufórico en Madrid”. Debería ser delito ser tan sumamente joven y lúcido, ¡que lo arresten!
Serie: Fariña con mención especial para las actuaciones de Sito Miñanco y Manuel Charlín, soberbios.
Placer: El Instagram de Mercedes López Coello, una viviría en sus idílicos stories.
Canción: Marry You de Morgan, servida mientras nos confesamos placeres al oído, el humo nos sobrevuela y los hielos se nos deshacen.
Pincha aquí para escucharla.
Prenda Moss: El irresistible Bañador Torence, yo no quiero el verano sin él.
Potingue: Rosehip Bioregenerate Oil de Pai Skincare. Para la mañana, para la noche, para después de tu limpieza, para antes de tu crema hidratante, ese toque perfecto, un IMPRESCINDIBLE en mis rutinas. Me costó llegar a él pero ya no quiero separarme. Lo podéis encontrar en Hunky Dory Laboratory, como dicen ellas: “Un fondo de armario cosmético que descubrirás con amor y repetirás con devoción.” Y yo lo firmo.